Junto con los correos electrónicos innecesarios o las llamadas inútiles, las reuniones son uno de los grandes culpables de la pérdida de tiempo en horas de oficina. Aunque no existen fórmulas mágicas que solucionen el problema de la eficacia y la productividad en esta clase de juntas, hay quien sugiere algunas modalidades que pueden ayudar a combatir a los ladrones del tiempo de los demás.
El día se nos va en actividades de bajo valor añadido. Las reuniones inútiles o improductivas son un agujero negro para nuestro tiempo y nuestra energía.
Algunos estudios realizados en compañías estadounidenses revelan que allí tienen lugar cada día 11 millones de reuniones, y que la mayor parte de profesionales se ven involucrados en 61,8 millones de éstas al mes, lo que supone la pérdida de 31 horas mensuales en comités improductivos, que equivalen a cuatro jornadas laborales completas.
Un reciente informe de Robert Half International muestra que un 28% de las reuniones son totalmente innecesarias, improductivas y no están convenientemente preparadas. Además, suponen un obstáculo en el quehacer cotidiano y una pérdida de tiempo.