¿La forma en que se para o se sienta puede influir en su camino al éxito? |
Nuevas investigaciones muestran que la postura tiene un impacto mayor en el cuerpo y la mente que lo que se creía antes. Una pose enérgica y expansiva de hecho cambia las hormonas y el comportamiento de una persona, como si tuviera un poder real.
Con sólo practicar una "pose poderosa" durante unos minutos en privado —como pararse derecho e inclinado levemente hacia adelante con las manos en los costados, o inclinarse hacia delante sobre un escritorio con las manos apoyadas con firmeza en su superficie— produjo mayores niveles de testosterona y menores niveles de la hormona de estrés cortisol entre los participantes del estudio. Estos cambios fisiológicos están ligados a un mejor desempeño y un comportamiento más confiado y asertivo, muestran los estudios.
La ejecutiva de marketing Katy Keim solía dar un paso atrás ante quienes la escuchaban en presentaciones o conversaciones, apoyando su peso sobre el pie que lanzaba atrás y tomándose las manos por delante de su cuerpo, mientras jugueteaba con su anillo. A menudo se sorprendía cuando la gente le preguntaba si estaba nerviosa, dice Keim, directora general de marketing de Lithium, una firma de San Francisco que desarrolla comunidades en línea para las marcas de clientes. Luego de que comenzó a trabajar con un asesor para mejorar sus habilidades y se vio en video, se dio cuenta de que su postura "era apenas erguida" y no lucía fuerte, afirma.
Además de pararse derecha, con las manos a los costados, la ejecutiva que mide 1,55 metros comenzó a levantarse de la mesa cuando hablaba en reuniones. "Cuando me siento a una mesa llena de hombres, me siento pequeña. Pararme es un cambio dinámico para mí", dice, ya que envía un mensaje: "Quiero cautivar su atención. Quiero que deje su BlackBerry y escuche lo que tengo que decir". Durante una reunión de tres horas hace un par de semanas, en la que hizo una presentación, notó que nadie estaba usando su teléfono inteligente.
Adoptar una pose poderosa puede reducir los síntomas de estrés, afirma Dana Carney, profesora asistente de la Escuela Hass de Negocios de la Universidad de California, en Berkeley.