Se discutieron muchos planes, pero ninguno fue considerado suficientemente bueno. Al final, un ratón muy joven se levantó y dijo:
-Tengo un plan que creo es muy simple pero confío en que será exitoso: todo lo que debemos hacer es colgar un cascabel al cuello del gato.
Cuando lo escuchemos sonar sabremos de inmediato que nuestro enemigo se acerca.
Todos los ratones se sorprendieron de no haber pensado algo semejante antes. Pero en el medio de la satisfacción general, un viejo ratón dijo:
-Diría que el plan del joven es muy bueno. Pero permítanme hacer sólo una pregunta: quién le pondrá el cascabel al gato?
Los ratones se miraron unos a otros pero nadie habló. Finalmente, el ratón viejo dijo: “Es muy simplista proponer soluciones imposibles”
Algunas moralejas: