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Manage Up: como ser el "favorito" del jefe




Ganarse al superior para conservar el puesto de trabajo en tiempos de crisis o lograr un ascenso cuando el empleo abunda es todo un arte en EEUU. Se conoce como ‘manage up’ y consiste en adaptarse a los hábitos de trabajo del superior, no en adularle sin sentido.

Las históricas tasas de paro han puesto contra las cuerdas a cientos de empleados, que intentan desplegar todos sus encantos para no ser los próximos en caer en las redes del desempleo. Trabajar más horas, atarse a la silla o, en los peores casos, dar codazos al compañero, han servido a muchos como soluciones a corto plazo para ir alargando sus días en la empresa. Pero ahora, cuando más aprieta el paro, se necesita algo más. Es un buen momento, según los expertos, para mejorar la relación con su superior para mostrarle que usted es necesario en la compañía.

Es mucho más que una artimaña o algo que se decida por la noche con la almohada: es todo un arte al que muchos recurren para conservar el puesto de trabajo o para lograr un ascenso cuando el empleo abunda. Así lo conciben en EEUU, donde se ha bautizado como manage up, la técnica para relacionarse efectivamente con los jefes y los superiores de éstos para aprender a “moverse” en las alturas empresariales.




Para ello, la clave está en no convertirse en un perrito faldero. Porque el pelota es la versión adulterada de este arte. La original se encarna en quienes hacen la vida más sencilla a su jefe, que acabará pensando que ese trabajador aplicado es una pieza clave de su organigrama.

Este punto de partida es el más importante: se trata de un win-win, una relación laboral en la que ambos ganan. Dicho de otra forma: es entender al jefe, leer su comportamiento, sus gestos, saber lo que necesita y resolver sus necesidades antes de que él las manifieste, como marcan las líneas básicas de la popular Penelope Trunk. Es la dueña de la firma Brazen Careerist, que enseña los secretos del manage up en EEUU. Lo mismo hace Yael Zofi, una exsecretaria de JP Morgan cuyo éxito a la hora de tratar a su jefe le llevó a crear la consultora, AIM Strategies y a escribir Tops: managing up, todo un bestseller. Su consejo es buscar las debilidades del superior para jugar con él en su terreno.

Notoriedad

Una vez que se comprende el concepto, la mayoría de expertos coincide en las armas que se deben utilizar. La regla de oro pasa por darse notoriedad, para que las personas estratégicas de la empresa identifiquen sus logros. “Los buenos jefes saben que el trabajo bien hecho no habla por sí solo”, se enseña en Pasos hacia el Poder. Es una de las asignaturas más populares de la escuela de negocios de la Universidad de Stanford, por donde ha pasado gran parte de la cúpula de Google o Facebook, según la Consultora de Ciencias de la Información.

Pero eso no es suficiente. Además de hacer bien el trabajo, hay que cumplir las tareas como espera el jefe, según sus preferencias y su estilo de trabajo. ¿Le gusta más hablar por email o por teléfono? ¿Quiere informes detallados o esquemas? Descubrir las respuestas suele requerir mucho tiempo pues, según los expertos, los superiores tienen cierta tendencia a mantener el misterio.

El siguiente paso es la sucesión natural del anterior: los jefes distinguen entre quienes les dan problemas y tienden a la queja fácil, y los que les aportan soluciones, aunque eso requiera dosis de trabajo extra para el empleado. Todo ello bajo un halo en el que debe tener en cuenta que, por lo general, los superiores suelen ser enemigos de las sorpresas y de quienes intentan pasarse de listos. Porque una cosa es satisfacerle y otra que el jefe llegue a pensar que usted va detrás de su puesto.

¿Hay discriminación?

Por muchas técnicas que existan, no siempre se consigue mejorar la relación con el jefe. De ahí que muchos empleados norteamericanos se sientan molestos con el trato que reciben otros compañeros. Según el último estudio del Corporate Executive Board, una firma de investigación de mercado y asesoría de Estados Unidos, una décima parte de los trabajadores dicen haber observado un comportamiento preferencial hacia algunos colegas durante el último año. Pero el organismo avisa: eso no significa que esas observaciones sean “importantes”, a veces se trata más de percepciones que de acusaciones comprobadas.

Por eso los expertos aconsejan realizar un análisis completo y objetivo de la situación antes de quejarse de ese colega al que le tocan todos los puentes o que ejecuta los mejores trabajos. Primero, por salud mental, pues es inevitable que la percepción de que el jefe está favoreciendo sin motivo a otros afecte al comportamiento de cualquier empleado. Y segundo, para evitar muchos problemas: en ocasiones puede suceder que exista ese trato preferencial, pero por motivos legítimos y justificados. Como en muchos otros casos, sólo se aconseja recurrir a las soluciones legales como último recurso.

De moda en empresas y universidades


El arte de ser uno de los favoritos del jefe está muy desarrollado en Estados Unidos, donde hay empresas especializadas en esta técnica, conocida como manage up, que se ha puesto muy de moda durante la peor crisis del país en más de setenta años. También las universidades norteamericanas han incluido estas enseñanzas en sus programas universitarios, donde son populares los manuales de reconocidos gurús. Es el caso de Yael Zofi, con su obra ‘Tops, managing out’, o de Katherine Crowley y Kathi Elster, autoras de ‘Trabajar contigo me está matando’. Junto a ellas, destaca ‘Common Sense Project Management’, del consultor Wayne Turk.

Fuente: Expansión
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